Londres, 18 Jul (Notimex).- El hombre de mayor edad en el mundo
y el más longevo veterano sobreviviente de la I Guerra Mundial, el
británico Henry Allingham, murió hoy a la edad de 113 años en el sur
de Inglaterra.
La reina Isabel II, el Príncipe Carlos y el primer ministro
Gordon Brown lamentaron el deceso de Allingham, quien atribuía su
longevidad a los cigarrillos y el whisky, de acuerdo con reportes de
la cadena de noticias British Broadcasting Corporation (BBC).
El Palacio de Buckingham indicó que el ex combatiente formó
parte de una generación "que se sacrificó mucho" por todos los
británicos, en referencia al servicio que Allingham prestó a la
Fuerza Aérea Real durante la I Guerra Mundial.
Brown, quien se encontró con el veterano en varias ocasiones,
habló de un enorme carácter al calificar a Alingham, cuya vida
atravesó tres siglos y seis monarcas, tenía cinco nietos, 12
bisnietos, 14 tataranietos y un chozno.
Dennis Goodwin, fundador de la Asociación de Veteranos de la
Guerra Mundial y amigo de Allingham, dijo que el ex combatiente era
"un verdadero caballero. Dejó una herencia a la nación de sus
memorias de ese conflicto".
Por décadas, el veterano -que apenas en junio pasado celebró su
cumpleaños número 113- enterró sus memorias de la guerra, evitando
reuniones y rechazando decir a su familia sobre sus experiencias.
Pero, en los últimos años, comenzó a hacer apariciones públicas
para cerciorarse de que las nuevas generaciones no olvidaron el peaje
de la guerra y contó la historia de su vida en un libro, cuál fue
publicado el año pasado.
La organización Guinness World Records le otorgó el título del
hombre de mayor edad en el mundo el pasado 19 de junio, poco después
del deceso del japonés Tomoji Tanabe, de 113 años y quien ostentaba
el reconocimiento desde junio de 2007.
El mes pasado, la Marina Real de Guerra ofreció una fiesta de
cumpleaños para Allingham en Londres, con su familia, amigos cercanos
y militares británicos.
Tras el fallecimiento de Allingham, sólo quedan dos
sobrevivientes británicos de la I Guerra Mundial, Harry Patch, de 111
años, y Claude Choules, de 108, quienes ahora residen en Australia.
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