domingo, 8 de junio de 2008
dar una mano
"El Señor me ha premiado conforme a mi justicia; Conforme ala limpieza de mis manos me ha recompensado" (Salmos 18:20).Un editorial de cierto diario cuenta que en un Día de Acciónde Gracias, una maestra pidió a sus alumnos que dibujasen unalgo por el cual estuviesen agradecidos. Mientras aguardabalos dibujos ella se quedó pensando sobre lo cuan poco esosniños de un barrio mucho pobre podrían ser gratas. Sabía quela mayoría dibujaría pavos y otros platos de comida sobre lamesa. Al recibir los folios de papel con los dibujos, quedóintrigada con el trabajo de un niño llamado Douglas. Supapel contenía apenas una mano infantilmente dibujada. Pero,de quien era la mano. "Yo creo que debe ser la mano de Diosque nos trae comida", dijo una niño. "La mano de unhacendado", dijo otro niño, "porque es él que creaba lospavos que son colocados en la mesa". Finalmente, la maestrase aproxima a la mesa donde Douglas estaba sentado y lepregunta: "De quien es esta mano"? "Es su mano, maestra",contestó bajito. Recordó que frecuentemente tomaba Douglas,un niño raquítico y solitario, por la mano y lollevavadurante los intervalos de las clases. Ella hacía elmismos con otros niños. Quizá no significase mucho para losotros, pero para Douglas significaba todo. Podría pensar enmuchas cosas por las cuales estuviese agradecido el Día deAcción de Gracias, pero él era más grato ¡por la mano de sumaestra! Quizá podamos aprender de esta historia que la cosamás importante que yo y usted podamos dar a alguien es unamano que les lleve derechamente al amor de Cristo.Cuántas personas conocemos que enfrentan grandes angustiasen sus vidas diarias. Algunas por problemas financieros,otras por enfermedades, otras por crisis de relaciones,otras por no encuentren motivos que las alienten a teneresperanzas. ¿Hemos nos prontificado a darles una mano?Cuando nos defrontamos con personas que caminan sin rumbo,perdidas en un mundo engañoso y traicionero, cansadas debatir en puertas que permanecieron cerradas, intentandoencontrar respuestas para sus incertidumbres, nos hemosmostrado insensibles e indiferentes o ¿ofrecemos la manopara las llevar por el Camino de la vida abundante y eterna?Muchos regalos ofrecidos a esas personas podrán recibir un"muchas gracias" que podrá ser luego olvidado, pero alofrecer la mano para llevarlas a la salvación en el SeñorJesus Cristo, habrá un agradecimiento especial que valdrápara todo el eternidad.
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