Los astronautas limpian las superficies de la estación espacial ¡con un hisopo!
La detección de hongos y bacterias en superficies de la Estación Espacial Internacional es de gran utilidad para estudiar la contaminación de los vehículos espaciales en las misiones de larga duración del futuro.
Febrero 6, 2009: Si usted descubriera que un hongo está creciendo en su baño, seguramente recurriría a la artillería pesada —Mr. Clean (Don Limpio, el dibujo animado del comercial de productos de limpieza) montado sobre una ametralladora Howitzer.
Incluso en el espacio, alguien tiene que limpiar el baño. Resulta esencial realizar una buena limpieza cuando se vive durante meses en el reducido espacio de una nave espacial sellada. Para que esto sea posible, los científicos de la NASA han desarrollado un dispositivo similar al tricorder (computadora portátil), llamado "LOCAD-PTS", el cual puede seguir el rastro de bacterias y hongos microscópicos. Esto ayuda a los astronautas a cumplir con sus labores hogareñas —sin necesidad de utilizar ametralladoras.
"La tripulación de la estación espacial trabaja mucho para mantener las cosas limpias", dice Norm Wainwright, investigador principal del proyecto LOCAD-PTS —nombre abreviado para Lab-On-a-Chip Application Development Portable Test System (Sistema Portátil de Prueba y Desarrollo de Aplicaciones de Laboratorio en un Microprocesador), en el Centro Marshall para Vuelos Espaciales. "Nuestro instrumento les dice dónde enfocar sus esfuerzos".
Arriba: La Estación Espacial Internacional [Más información]
Extraño, pero cierto: el LOCAD trabaja usando enzimas obtenidas del sistema inmunitario de un cangrejo cacerola (también conocido como cangrejo rey). Los astronautas pasan un hisopo de alta tecnología por una superficie, insertan una muestra en el dispositivo LOCAD y la química al estilo cangrejo hace el resto. En menos de 15 minutos, el sistema de pruebas del LOCAD le dice a la tripulación si tiene que limpiar.
Entre los meses de marzo y mayo de 2007, la astronauta Sunita "Suni" Williams probó la adaptabilidad del LOCAD para detectar bacterias gramnegativas en el Nodo 1 y en el Laboratorio US de la Estación Espacial.
Anótese aquí para recibir nuestro servicio de ENTREGA INMEDIATA DE NOTICIAS CIENTÍFICASEn junio y septiembre de 2008, una tripulación llevó a cabo pruebas con un segundo tipo de cartucho LOCAD, diseñado para detectar hongos. Primero, hicieron pruebas en el Nodo 1 y lo encontraron prácticamente libre de hongos.
Eso suena a buenas noticias, pero no ayudó a los científicos del proyecto LOCAD a probar las capacidades del nuevo cartucho.
Así que hace un par de semanas, la astronauta Sandy Magnus decidió actuar implacablemente. Ella pensó en un lugar que seguramente funciona como una fábrica de hongos —el área donde los miembros de la tripulación colocan los pies para afianzarse mientras trabajan con sus computadoras portátiles.
Tampoco funcionó. Estaba limpio.
Siendo una cazadora de hongos con mucha determinación, Magnus intentó en otro lugar. Fue al "gimnasio", donde los astronautas de la estación espacial montan una bicicleta modificada para hacer ejercicio y una cinta para caminar con el fin de combatir los efectos del debilitamiento muscular en ambientes de baja gravedad. Para evitar salir flotando lejos de la bicicleta mientras pedalean, los sudorosos ciclistas espaciales usan soportes de mano.
Adivinó —los hongos adoran las superficies sudadas. El LOCAD denunció la existencia de algunos hongos en los soportes de mano.
"Los hongos no representaban un peligro inmediato para la salud de la tripulación", dice Maule, científico del proyecto LOCAD-PTS. "Pero Magnus llamó a Houston para decir: 'Mañana voy a dar una buena limpieza a esos soportes de mano'. Y eso es justo lo que queríamos —la reacción intuitiva: 'Necesito limpiar eso'".
Arriba: El astronauta Greg Chamitoff pasa un hisopo en busca de hongos, el 20 de agosto de 2008. [Imagen ampliada]
En los próximos años, la limpieza de las naves espaciales será un tema crucial por otra razón: "Una de las metas científicas principales de las futuras misiones Constellation (Constelación), de la NASA, que se llevarán a cabo más allá de la órbita de baja altura, será preparar el terreno para la búsqueda de vida en Marte", dice Maule.
Todos los seres humanos llevan microbios polizonte en la piel, microbios que no podemos permitir que contaminen las muestras tomadas en Marte. Por otro lado, tampoco querrán traer formas de vida alienígena no deseadas al interior de la nave.
"Así que la tripulación necesitará un modo de monitorizarse antes y después de llevar a cabo las actividades extravehiculares (EVA o extra-vehicular activity, en idioma inglés)", afirma Maule. "El LOCAD es ideal para este propósito. Lo hemos usado con éxito durante pruebas de EVA en tierra".
El equipo del proyecto LOCAD también ha llevado a cabo varias pruebas en la esclusa de aire del módulo US Quest, el conducto que lleva de la cabina interior al exterior de la estación espacial, donde los astronautas "acampan" por una noche y se despresurizan antes de salir al espacio. El LOCAD comprobó que la esclusa estaba muy limpia en general, pero mostró que el asa de la entrada a la esclusa era el hogar de bacterias gramnegativas. Las bacterias en una superficie como la del asa de la esclusa serían una preocupación si los miembros de una tripulación estuvieran a punto de embarcarse en una misión de recolección de muestras en Marte.
Parecería que encontrar hongos a bordo de la EEI (Estación Espacial Internacional) es apenas el comienzo para el LOCAD. Hay otras tareas de limpieza por hacer... y el sistema solar entero está esperando.
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